La floración del almendro es una de las etapas más críticas del cultivo, ya que determinará la calidad y producción final. Sin embargo, por las fechas invernales en las que se produce, se puede correr el riesgo de sufrir inclemencias relacionadas con heladas o lluvias torrenciales.

En este artículo analizamos 3 mejores técnicas para evitar la caída de flores en el almendro y todos los puntos en los que podemos intervenir para contribuir a una floración perfecta y una mayor producción de almendra recién cuajada.

Momentos críticos durante el proceso de floración

La floración de los frutales y, en especial, del almendro, es uno de los grandes atractivos de las zonas de producción, atrayendo a multitud de curiosos que desean contemplar la espectacular visión de cientos de árboles repletos de flores blancas o rosadas.

Bajo el punto de vista agronómico, es un momento clave para garantizar una buena producción a final de campaña (agosto-septiembre), ya que tener un gran número de flores no siempre se traduce en una gran producción de frutos. En esta etapa, ya se deben haber realizado bien los deberes de la campaña anterior, aplicando correctores nutricionales en post recolección para garantizar una buena acumulación de reservas antes de la floración venidera.

Aunque el mayor condicionante para una correcta floración y evitar su caída precipitada es evitar el riesgo de heladas y disponer de una buena iluminación, existen otros condicionantes con mayor magnitud de control por nuestra parte.

En cualquier caso, siempre debemos de elegir la mejor variedad de almendro en función de la zona de plantación, ya que cada variedad ofrece un comportamiento distinto, con un porcentaje de flores fecundadas de entre el 10 y 40% de las totales.

Floración del almendro

3 mejores técnicas para evitar la caída de flores en el almendro

 

1. Elegir la variedad adecuada dependiendo de las condiciones climatológicas

En condiciones demasiados frías, las flores son una de las partes más vulnerables a la congelación, precipitando su aborto o caída sin haber sido previamente fecundada.

Aun no existiendo heladas, si las temperaturas son bastante bajas, el tubo polínico puede tardar hasta el doble de tiempo en conseguir alcanzar el ovario, por lo que se disminuye notablemente el porcentaje de frutos cuajados.

Por otro lado, en caso de variedades tradicionales autoincompatibles, las condiciones de viento son especialmente importantes para garantizar un vuelo adecuado de los insectos polinizadores.

2. Mantener una correcta sanidad del árbol

Las condiciones de humedad y temperaturas suaves favorecen la propagación de diferentes enfermedades causadas por hongos que puedan afectar a la floración y la producción de frutos.

Por ello, es fundamental aplicar a partir del movimiento del botón floral (antes de la salida de las flores) productos para la prevención y el control de enfermedades fúngicas que puedan afectar a la floración, así como prevenir la aparición de insectos (como el pulgón) que causan debilitamiento al cultivo.

3. Aportar estimulantes relacionados con la calidad de la flor y su polinización

Este trabajo empieza desde el final de la campaña anterior. El número de flores que produce el almendro es una condición sujeta al periodo productivo de la campaña anterior. La diferenciación floral y, por tanto, el número de flores futuras, se realiza en los meses de verano de la campaña anterior.

Por ello, es fundamental aportar una nutrición adecuada al cultivo del almendro, así como finalizar la campaña habiendo corregido todas las carencias nutricionales de ese mismo año. De esta forma, la brotación y la floración futura se realizarán con suficiente voluminosidad

Aun teniendo un balance nutricional adecuado, el almendro es muy sensible a los cambios fisiológicos. La calidad del polen y la viabilidad de la flor están sujetas a la presencia de sustancias conocidas como fitohormonas, las cuales tienen una acción directa en muy pequeñas concentraciones sobre la calidad de la floración.

De ahí que sea habitual el uso de diferentes bioestimulantes que actúan directamente sobre la brotación y la calidad de las flores, aumentando el porcentaje de flores viables y de frutos cuajados.

En resumen: ¿Cómo conseguir que las flores polinicen y produzcan frutos?

En resumen, de lo anteriormente comentado nos quedamos con los puntos clave que debemos de considerar a la hora de conseguir una floración espectacular y un buen número de frutos cuajados. Algunos no tenemos prácticamente control sobre ellos (como el clima), pero otros se ven directamente influenciados por el manejo que hacemos del cultivo.

  • Elegir variedades de almendro adaptadas a nuestra zona geográfica: en zonas frías debemos buscar variedades tardías para evitar problemas de heladas.
  • Mantener una correcta sanidad vegetal del árbol: realizaremos tratamientos preventivos o curativos ante la presencia de hongos e insectos que puedan afectar a la calidad de la floración.
  • Aportar todos los nutrientes que el cultivo necesita: con una correcta nutrición, el almendro mantendrá suficientes reservas para garantizar una notable producción y calidad de la floración. En este punto también incluimos el uso de bioestimulantes que regulan la fisiología de la planta y mejoran la viabilidad del polen, la polinización y la fecundación.

 

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