Uno de los factores que más puede perjudicar el estado de las plantas y productividad es el llamado estrés. Este se produce como consecuencia de algún cambio ambiental en el entorno del cultivo, lo que podría provocar cambios fisiológicos que dañaran a la planta. Para ayudar al cultivo y solventar este tipo de problemas, una de las mejores soluciones son los aminoácidos para plantas.

Qué son los aminoácidos

A la hora de complementar la nutrición de las plantas, una de las mejores opciones en el campo de los bioestimulantes son los aminoácidos para plantas. Este tipo de moléculas orgánicas están compuestos principalmente por nitrógeno, oxígeno, hidrógeno y carbono.

Gracias a ellas, las plantas obtienen un aporte extra de energía y pueden super más fácilmente las situaciones de estrés como la sequía, heladas o bajo crecimiento radicular. En definitiva, los aminoácidos para plantas contribuyen a impulsar la producción y el crecimiento del cultivo.

También debemos tener en cuenta que una de las principales tendencias en la agricultura actual es la demanda de cultivos más ecológicos y sostenibles, es decir, una mayor demanda de productos naturales en vez de aquellos fabricados mediante procesos químicos. Esto posiciona los aminoácidos para plantas como uno de los mejores productos para ayudar al cultivo al mismo tiempo que se reduce el impacto medioambiental.

Aminoácidos en las plantas

Los aminoácidos para plantas tienen un gran protagonismo en multitud de reacciones de las plantas, contribuyendo en gran medida a su correcto desarrollo y crecimiento, así como a la producción de hormonas.

Tradicionalmente, han sido vistos como una solución a problemas externos de las plantas como los ataques de plagas o las temperaturas extremas. Sin embargo, hoy en día los aminoácidos para plantas también se utilizan en momentos críticos como antes del cuaje y la floración, durante el enraizamiento o durante el engorde de los frutos. De esta forma, son un producto que puede potenciar la producción del cultivo y mejorar los resultados en sus etapas más complicadas.

Otra de las cuestiones que rodean a los aminoácidos para plantas desde hace algunas décadas es el gasto energético necesario para producirlos. Esto se debe a que el organismo de las plantas, como otros seres vivos, necesita de energía para transformar el alimento en aminoácidos. Por ello, se planteó la cuestión de cómo mejorar la presencia de estos elementos en las plantas de una forma más eficiente. La solución se basa en productos que se pueden aplicar externamente, complementando así los producidos por el propio cultivo.

Beneficios de los aminoácidos en los cultivos

Podemos encontrar numerosos beneficios en los aminoácidos para plantas. Algunos de los principales son:

  • Mejoran la nutrición con un menor gasto energético.
  • Estimula la floración y el cuajado.
  • Mejora el estado y las propiedades del suelo de cultivo.
  • Proporciona nitrógeno
  • Contribuye a mejorar el tamaño y la coloración de los frutos
  • Aumenta la resistencia de las plantas y ayuda a superar algunos problemas como las situaciones de estrés.
  • Incrementa la absorción de nutrientes

Formas de aplicar los aminoácidos: riego o vía foliar

Del mismo modo que otros muchos fertilizantes y productos para la agricultura, los aminoácidos para plantas pueden aplicarse mediante el riego o por vía foliar.

En caso de que el objetivo sea potenciar las raíces, es probable que la aplicación a través del riego proporcione mejores resultados. Sin embargo, si estás buscando mejorar la floración y el cuajado del fruto, la aportación foliar es la forma más óptima. Además, si utilizas este método, debes tener en cuenta que es mejor realizar la aportación a primera o última hora del día, ya que durante el resto del día, los altos niveles de insolación podrían dificultar su absorción.

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